NOS VAMOS A LA HUELGA

Compañer@s:

Este miércoles tuvo lugar en el edificio del MOPU una más que interesante Charla-Debate sobre los cambios drásticos que va a introducir en nuestras vidas la Reforma Laboral aprobada por Decretazo. Para los que no fuisteis aquí os dejamos un resumen de algunas de las claves que nos dio Desiderio Martín, del Gabinete de Estudios de CGT:

- La Reforma Laboral es, en sí misma, una contrarreforma reaccionaria cuyo principal objetivo es cambiar la forma y el fondo del mercado laboral, y restar toda seguridad jurídica a la clase trabajadora.

- Nuestros salarios y condiciones de trabajo quedan sometidos al antojo empresarial, que podrán cambiarlo o reducirlo según les venga en gana y sin negociación.


- Se facilita el ERE (Expediente de Regulación Empleo), para el que no es necesario la autorización administrativa. En la negociación con el Comité de Empresa se establece un plazo de un mes, y si no hay acuerdo el Empresario decidirá las condiciones. Blanco y en botella…


- Descuelgue del Convenio Colectivo. La Empresa podrá no aplicar lo pactado en Convenio de acuerdo a su situación económica, productiva o técnica. También si al jefe se le ha puesto malo el perro, tendrían que haber añadido aquí…

- Podremos encadenar contratos de formación hasta los 30 años. La próxima reforma seguro que lo ampliará hasta los 40, y así sucesivamente si les dejamos…


- Por fin, la patronal consigue su querida polivalencia. Ahora podremos grabar, locutar, archivar imágenes, reparar un ordenador o ingestar cintas… Todo a la vez, y por un módico precio. Es lo que ellos llaman “flexibilidad interna.”


Por todo eso, y por mucho más, desde CGT en GTM defendemos esta Huelga General como modo de presionar a quién, menospreciando los derechos adquiridos hasta ahora, ha cedido el poder absoluto a la parte empresarial. Porque esta huelga no perjudica a un país, como aseguran algunos lumbreras, es la reforma laboral la que va a cambiar drásticamente las condiciones de trabajo y de vida de todos los españoles, y eso sí es afectar a un país y a los ciudadanos que viven en él. A partir de ahora las decisiones empresariales serán como las lentejas: o te las comes, o ya sabes donde está la puerta de la calle.


Mientras los voceadores oficiales del Gobierno a través de sus canales mediáticos aseguran que ahora no es el momento de la Huelga General (¿cuándo lo es entonces? ¿cuando toque sacar barriga, otra vez, y presumir de lo que “ellos” han conseguido?), los trabajadores debemos unirnos y salir a la calle que es donde nos toca luchar ahora. Es la única forma de parar esta agresión orquestada desde un despacho y parece que socialmente aceptada. No es menos agresivo quien, desde la azotea de una oficina y a base de legislación ofensiva, trata de golpear los derechos sociales y laborales que tanto ha costado conseguir. ¿O acaso nacimos ya con estos derechos? Ahora es el momento de defenderlos. Mañana quizá sea demasiado tarde.